Vivimos una etapa de la historia en la que vemos a simple vista un grave deterioro de las familias de la tierra. Los matrimonios se rompen muy fácilmente, muchas familias se desintegran y sufren todas las consecuencias espirituales, emocionales y económicos.
Muchas familias permanecen juntos por conveniencia o necesidad, pero son destruidas emocionalmente, lleno de resentimiento, el dolor, la desesperación y la desesperanza.
Primeros matrimonios deben reconocer sus fracturas emocionales y antes de pensar en socios con todas las consecuencias negativas que esto trae el cambio, deben cambiar su actitud y buscar ayuda convenientemente temprana, antes de que fuera relaciones dañadas mucho.
Muchas personas abandonan su esperanza y el divorcio de disfrutar de otra relación que cree que va a trabajar. Pero si usted aprende a manejar los conflictos de la manera de Dios, que es el único que trabaja, van a fracasar de nuevo, pero aún más dolor y sufrimiento para toda la familia.
